octubre 31, 2010

Los dones espirituales

1 corintios 12

Los dones espirituales

4 Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu.5 Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor.6 Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.
7 A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás.8 A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento;9 a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos;10 a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas *lenguas; y a otros, el interpretar lenguas.11 Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina.

25 a fin de que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros.26 Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él.
27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo.28 En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diversas *lenguas.29 ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros?30 ¿Tienen todos dones para sanar enfermos? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?31 Ustedes, por su parte, ambicionen[b] los mejores dones.


2 Reyes 6.1  y 7.2

El milagro del hacha

 6.1 Un día, los miembros de la comunidad de los profetas le dijeron a Eliseo:
   —Como puede ver, el lugar donde ahora vivimos con usted nos resulta pequeño.

7.2 El ayudante personal del rey replicó:

   —¡No me digas! Aun si el Señor abriera las ventanas del cielo, ¡no podría suceder tal cosa!

   —Pues lo verás con tus propios ojos —le advirtió Eliseo—, pero no llegarás a comerlo.


Jonás 1:   Jonás desobedece al Señor
3 Jonás se fue, pero en dirección a Tarsis, para huir del Señor. Bajó a Jope, donde encontró un barco que zarpaba rumbo a Tarsis. Pagó su pasaje y se embarcó con los que iban a esa ciudad, huyendo así del Señor.4 Pero el Señor lanzó sobre el mar un fuerte viento, y se desencadenó una tormenta tan violenta que el barco amenazaba con hacerse pedazos.

15 Así que tomaron a Jonás y lo lanzaron al agua, y la furia del mar se aplacó.16 Al ver esto, se apoderó de ellos un profundo temor al Señor, a quien le ofrecieron un sacrificio y le hicieron votos.
17 El Señor, por su parte, dispuso un enorme pez para que se tragara a Jonás, quien pasó tres días y tres noches en su vientre.

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