Cada persona en este mundo es única y posee características y cualidades que las hacen distintas de las demás personas. Sin embargo vivimos en un mundo donde las comparaciones muchas veces hacen daño, ejercen presiones sobre los ideales de cómo se debería ser y muchas veces dañan la autoestima de las personas.
Frases tales como: ¿por qué no puedes ser como fulano o sultana? Ella o él son mejores que tú, etc., laceran los corazones de muchas personas diariamente. Tanta gente que en vez de sentirse felices, se sienten inconformes, deprimidas, tristes e insatisfechas porque sienten que no logran llenar las expectativas que los demás tienen sobre ellos.
Pero no hay cosa más linda que poder ser uno mismo, presentarse al mundo siendo sincero, fiel a sus ideales y caminando con integridad sin hacerle daño a nadie. Si otros no pueden ver o descubrir todo lo bueno que tienes, eso no quiere decir que haya algo malo en ti.
Es tiempo de que te valores, de que haya aceptación de tu parte hacia ti mismo. Sé que a veces es difícil cuando los demás a tu alrededor andan murmurando y vociferando sobre cómo deberías ser. Pero no serás feliz viviendo la vida de otros, serás libre viviendo tu vida. Aceptándote y reconociendo que Dios te hizo especial, que no eres cualquier cosa, que eres un ser humano que vino a este mundo a cumplir con una misión.
Dios te dio un corazón para que ames y una mente para que pienses. Que tienes unos ojos para que mires todo lo bello y trates de mejorar aquello que es feo. Tienes oídos para que escuches y para que te concentres en lo que vale la pena oír. Que tu boca puede ser poderosa cuando confiesas y declaras lo bueno, amable, dulce, puro y positivo. Y que tu corazón late mejor cuando Dios ocupa el primer lugar de tu vida.
No serás tal vez, él o la más linda del mundo, pero sí posees belleza. Algo lindo debes tener afuera o adentro de ti. Así que piensa en todo lo bueno, todo lo lindo y todo lo que merece la pena pensar.
fuente mensajesdeanimo.com
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